XL

“Me sentía animado. Había sido una semana difícil y el fin de semana llegaba a modo de salvación. Los sábados eran siempre una incógnita, ¿a quién conoceré? ¿con quién acabaré?. Incógnitas que se despejaban el domingo. Pero no avancemos acontecimientos. El sábado me abría sus puertas de par en par. Ya me había duchado e intentaba decidir que ponerme. La cena, como siempre, en el Iruña y después…

La gente ya hacía cola con la cara maquillada a modo de sonrisa. Los grupos entraban y salían, y la puerta al abrirse vomitaba intermitentemente esas melodías de los 80s y 90s. Sino era Depeche Mode, eran los U2, o los The Cure, o los New Order, o…

Bajé la rampa y allí estaban todos esperándome, como cada sábado noche. El resto ya es historia”
Este corto relato representa todo lo que nosotros, el equipo del XL, hemos sentido cada fin de semana durante los últimos 12 años y esperamos que sea lo mismo que habéis sentido vosotros. Las despedidas siempre suelen ser tristes, por lo que nos gustaría que esto fuera un hasta luego.

 Los recuerdos se agolpan en nuestra memoria. Cada uno de vosotros y vosotras forma y ha formado parte inexorable de la dilatada historia de este local. Una vez tuvimos un sueño y ese sueño se llamó XL. Desde un inicio intentamos ser un local de referencia donde la buena gente y la buena música hicieran buenas migas. En este tiempo hemos compartido buenos y malos momentos pero el tiempo, por suerte, siempre mantiene los buenos y olvida los malos.

Un trozo de nuestro corazón siempre estará en el XL y afortunadamente también estará en el baúl de nuestra memoria para que cuando queramos lo volvamos a abrir y recordemos tan buenas historias. Esos buenos momentos no paran de bailar entrelazados en nuestra cabeza y nuestros corazones, pero no es tristeza lo que brota de estas palabras por lo que fue, sino alegría por lo que será, o está por venir.

Desde el equipo del XL, los que han sido y los que siguen siendo, queremos agradeceros todo vuestro apoyo y vuestra alegría, ya que sin vosotros XL nunca hubiera existido y simplemente hubiera sido un sueño. Gracias por haber hecho ese sueño realidad.

Una vez alguien muy sabio dijo: “Lo que está detrás de nosotros y lo que está delante de nosotros son cuestiones menores comparadas con lo que está dentro de nosotros”